ALgunas Cosas que Escribo

martes, junio 03, 2008

sin nombre



Me detengo en las miradas.
Con los ojos que me miran me puedo escapar.


La miopia me entretiene, es una forma de ver las cosas como no la ven otros. Me gusta.
Me hace sentir especial el sacarme los anteojos y correr por las avenidas transitadas, así disfrazo mi ceguera, entrampo a las neuronas y las engaño como si fueran novias antiguas, como si las hubiera tenido.

Cierro un ojo y mudo el guiño hacia una penumbra hermosa,
todo oscuro, como una mirada ciega, no me ven ni los veo... no nos vemos
y es bueno, pues nuestros instintos asoman al tacto
muertos nuestros ojos, dejamos todo a nuestras manos
hasta el amanecer, que jueguen ellas con nuestros cuerpos.

Abro los ojos y no veo nada
para qué los abro
para verte
pero no estas
tus manos son el viento que enredo mi cabello
y las caricias eran esbozos de recuerdos antiguos
cuando trenzaba tus pestañas
cuando descansaba sobre tus cejas.

Tu mirada era aquella que avergonzaba a la luna
y tus pupilas opacaban la oscuridad
gozosas las estrellas celebraban tu presencia
y yo miraba alegre tu figura
tus ojos, y no había día ni noche
solo tú existías
eras el tiempo presente con tu sonrisa y pasado con tu seriedad
¿futuro? No había, aún no lo hay.

Y no dormíamos, eso dejábamos para los osos de historietas
lo nuestro no era fauno ni humano. Era nuestro. Sin sueños ni bostezos.
Y así vivíamos... así era.

Que el amanecer me encuentra siempre despierto.
Que me desvela el hambre que de ti tengo.
(Como quien da un refresco – Manolo)