ALgunas Cosas que Escribo

jueves, abril 16, 2009

Tu sonrisa

Me compro cada día una máscara
para ocultar el rostro falso que tengo
para mostrarme algo más sincero
para que no me veas.

Me maquillo todo de negro
sin ojos ni boca
para evitar verte o hablarte
no quiero engañarte.

Y me quito la sonrisa del rostro
para que tu
no te pongas las lágrimas
para que no cojas pañuelo alguno en tu vida

Son mudo y ciego
pero no sordo ante tu deseado pedido
prefiero el hambre
a que no haya pan en tu cuerpo.

Y si la sed quiere hacerse presente
que se mi lengua la seca
mientras tus labios rebosen de líquido
y duermas luego
sin prisa ni sobresalto.

martes, abril 14, 2009

Eres

Eres una pirañita en el acuario de mi corazón,
ese pececillo peligroso, pero encantador
que surca mis aurículas y centrículos,
en todo momento.

Eres el simpático troyano enquistado en mi disco duro,
el gusanito que me altera el sistema,
el polimórfico que infecta mis archivos,
el boot que siempre residirá en mi memoria.

Eres la fracecilla enojosa,
la dislexia de mi vida inalterable,
la mirada cerrada en los ojos de alguien
los labios mudos antes las preguntas.

Y así vives tú, en este escrito que te dedico,
encuentra tú las letras de tus nombres y apellidos,
en todas mis líneas y palabras,
en cada instante que respiro.

domingo, abril 12, 2009

Sin nada

La crisis propia de nuestra edad
en la que mi juventud se encuentra con tu adolescencia
inquieta nuestras sensaciones
pero no despierta nuestra pasiones.

No te apresuro ante mi pregunta
no hecha
no me apresuro para exigirte
una respuesta

Pero estamos en silencio
solo con nuestras miradas atentas
ojos de odio
ojos de miedo
de incomprensión
y de resentimiento.

Estamos sordos ante todo
no nos queremos oir
por eso evitamos nuestros años
evadimos nuestras manos.

No me apresuro para hablarte
ni me presiono para mirarte
tu aún juegas con muñecas imaginarias
yo me entretengo con cosas extrañas.

Nuestro mundo raro,
lejano de nosotros
ausente
como la ola en la playa desierta
como la gaviota muerta sobre la roca.

miércoles, abril 08, 2009

En el diván

No hay mejor diván
que tus piernas suaves,
no hay mejor oido
que tus caricias sobre mi cabello.

En el consultorio de nuestra sicología
te narro mis penas y alegrías,
salpico de magnificiencia mis actos,
busco ser tu mejor paciente.

Echado en tu vientre
duermo cual loco dopado,
insano ser que te necesita
como su valium de amor diario.

En el diván de mi vida
te narro mis tristezas
te declaro mi amor orate,
te digo que te amo.