ALgunas Cosas que Escribo

martes, agosto 26, 2008

Ropas

No te amé por tu forma de vestir, sino por cómo te desvestías
porque no extraño la tela que te cubría,
ni sé de qué variedad era,
pero añoro tu piel desnuda,
aquella que me deslumbraba cuando cual hembra salvaje se asomaba.

No te amé por tus blusas y pantalones de sastre
ni por tus zapatos de taco que provocaban tu gracioso caminar,
tampoco por aquel collar que llevabas cada día
ni los aretes que usualmente me pedías.


Te amé por tu naturaleza,
por tu traje de Eva en las noches y mañanas,
por tu cabello suelto sobre la almohada
por tu cabello mojado por la copiosa lluvia que nos bañaba.

Te amé por tu manera de ser
cuando ponías tus manos para cubrirte los pechos
ocultándolos de mis ojos y mis gestos,
cuando buscabas cobijo para tus muslos
pidiendo un momento para hablar.

No te amé porque vestías como chiquilla
con zapatillas y poleras,
con ese top que te quitabas cuando hacia calor y jugábamos en la piscina.
No te deje de amar porque te disfrazas de adulta,
con esos trapos de modelo,
o con ese perfume que ha cambiado su esencia.

Como ves, no te amé por tu forma de vestir
pero sí como te quitabas la ropa
porque eso me habría a tu verdadera persona
aquella que amé y que deje de amar de forma tan graciosa
que hasta me hace extrañar mi desnudez.